Las luces delanteras de un coche iluminan la carretera delante de ti al tiempo que alertan a otros conductores de tu presencia. Los daños y el tiempo causan que las luces delanteras cambien de posición, creando una situación potencialmente peligrosa. Una pared plana, 20 minutos, y un destornillador es todo lo que necesitas para cambiar una situación potencialmente peligrosa a unas luces delanteras funcionando correctamente. El proceso es universal para todo tipo de luces delanteras. La única desviación es la ubicación de los tornillos de ajuste, los cuales típicamente están localizados arriba en el centro y a un lado del ensamblado de las luces.

Estaciona tu vehículo enfrente de una superficie vertical plana o pared con 25 pies (7,6 m) de terreno plano detrás de ti. Posiciona el coche tan cerca de la pared como sea posible.

Marca la ubicación de tus luces delanteras sobre la pared con cinta adhesiva de papel. La cinta debe estar a la misa altura y distancia aparte como tus luces delanteras. Coloca una tira vertical de cinta sobre la pared que corresponda con el centro del vehículo.

Retrocede el coche 25 pies de la pared. Párate detrás del vehículo y mira a través del vidrio trasero y delantero para asegurarte de que el coche está centrado en la tira vertical de cinta.

Enciende las luces y ajusta la alineación vertical girando el tornillo de ajuste correspondiente, el cual típicamente está en la parte superior y centro del ensamblado de las luces, hasta que la parte superior de los círculos de luz sobre la pared estén parejos con las marcas en la pared.

Ajusta el alineamiento horizontal usando el tornillo de ajuste lateral hasta que los círculos de luz estén centrados con las líneas correspondientes.

Repite los pasos 4 y 5 para las luces altas, si tu coche tiene focos separados para las luces altas y las bajas. Las luces altas deben estar centradas horizontalmente y verticalmente sobre las marcas.