Tu vehículo de inyección de combustible utiliza gasolina para funcionar y operar. La manera en que tu vehículo limita y distribuye el nivel de combustible para que funcione se debe a un dispositivo llamado regulador de la bomba de combustible, o de la presión de combustible. El regulador está conectado al sistema de tu vehículo de inyección de combustible. Sin un regulador de la bomba de combustible, el vehículo no sería capaz de funcionar. Sin embargo, el vehículo seguirá funcionando incluso con un regulador de la bomba de combustible defectuoso; sólo mostrará una luz de "Revisión del motor" encendida en el salpicadero de tu vehículo.

Levanta el capó de tu vehículo y ponte las gafas de seguridad. Utiliza el pestillo ubicado debajo del capó para apuntalar el capó de tu vehículo.

Desconecta el terminal negativo de la batería de tu vehículo. El conector terminal negativo es el cable negro conectado al terminal de la batería de tu vehículo. Utiliza tu juego de llaves de tubo para aflojar el tornillo de sujeción del terminal negativo de la batería.

Libera la presión del combustible de tu vehículo. El regulador de presión de combustible tiene el tubo de vacío adjunto que, una vez que se libere, reducirá la presión del combustible de tu vehículo. El regulador de presión de combustible está situado en la parte superior o hacia el lado tu motor.

Desengancha el anillo de resorte conectado al regulador de la bomba de combustible. Usa tus alicates de punta fina y extrae el anillo elástico. Tira de tu regulador de presión de combustible para sacarlo de su carcasa.

Inspecciona el regulador de la bomba de combustible. Usa tu linterna y comprueba que no existan fugas o daños causados ​​a la zona de montaje de tu regulador de la bomba de combustible. Además, inspecciona si hay óxido o corrosión en el regulador de la bomba de combustible, lo cual puede ocurrir con el tiempo.

Advertencias

Liberar la presión del combustible es muy importante antes de actuar sobre cualquier componente del sistema de inyección de combustible.