Cómo probar la tapa de un radiador

Una de las causas más soslayadas del sobrecalentamiento en un vehículo es la tapa del radiador. Ésta sostiene la presión del sistema de refrigeración para aumentar el punto de ebullición del refrigerante. Cada libra de presión presente en el sistema aumenta el punto de ebullición por tres grados. Las tapas de radiador típicas de los modelos recientes aumentan el punto de ebullición del refrigerante hasta alrededor de 260 grados Fahrenheit (126,7 grados Celsius). Las temperaturas normales de entre 210 y 220 grados Fahrenheit (entre 98,9 y 104,4 grados Celsius) pueden causar un sobrecalentemiento sin la presión que provee la tapa.

Permite que el sistema se enfríe y quita la tapa. Busca daños en el sello. El ciclo de calor del sello endurece la goma y los sellos divididos son una causa común de pérdidas. Los sellos dañados requieren el reemplazo de la tapa del radiador. Otros daños, tales como las válvulas de recuperación dobladas o rotas (la válvula de recuperación es una pieza en forma de disco al centro de la tapa) y resortes oxidados requieren el reemplazo de la tapa.

Instala la tapa al adaptador de la tapa que contiene el juego de prueba. Este adaptador luce como una boquilla de carga de radiador en ambos extremos. Instala la tapa en un extremo y anexa el otro extremo del adaptador al probador de presión. Hay varios tamaños y formas distintos de tapa de radiador, y varios tamaños y formas de adaptador. Elige el adaptador que tenga la misma forma que la boquilla de carga del radiador de tu vehículo.

Bombea el probador de presión hasta la presión indicada en la tapa del radiador. Si la presión se libera antes de alcanzar el nivel indicado, o si la tapa no contiene la presión, entonces esta última está averiada. Quita la tapa del adaptador y vuelve a colocarla en el adaptador. Repite la prueba para verificar que la tapa esté defectuosa.

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