Antes de la implementación de los sistemas de frenos anti-bloqueo en la mayoría de los autos, las ruedas solían bloquearse, provocando derrapes debido a que el conductor tenía problemas al frenar y maniobrar. Los frenos ABS eliminan este problema al usar la unidad de control del auto, una computadora conectada al motor del vehículo y otros componentes operativos vitales. Esta unidad registra los sensores de velocidad para determinar cuándo están a punto de bloquearse los frenos y activa válvulas que liberan la presión para evitar derrapes. Cuando este sistema no funciona de manera óptima, una luz de advertencia ABS aparecerá en el tablero del automóvil.

Encuentra la caja de fusibles del auto. Usa el manual del auto para identificar su ubicación. Quita la tapa que cubre la caja. Gira la tapa. En su dorso, encuentra los esquemas que identifican los fusibles de la caja. Revisa el fusible asociado con el sistema ABS, mirando el pequeño cable que conecta el filamento al interior del bulbo. Si el cable al interior del bulbo está roto, cambia el fusible.

Consulta el manual del vehículo para encontrar la ubicación del controlador ABS. Inspecciona el controlador desconectando el arnés principal y buscando cables oxidados o rotos. Rocía los dientes del arnés principal con aerosol limpiador CRC para quitar los depósitos de tierra y polvo que podrían interferir con la conexión del controlador.

Investiga el sensor de velocidad al interior del pozo de la rueda en busca de cables dañados o tierra acumulada.

Visita un taller mecánico y pide un escaneo de diagnóstico. Un escáner es conectado al controlador ABS en busca de códigos de problemas almacenados en la memoria del controlador.

Encuentra el código obtenido en el manual de servicio de tu vehículo y realiza las reparaciones necesarias.

Advertencias

Los costos del escaneo van de los USD$ 50 a USD$ 100. También puedes consultar con tu tienda de partes automotrices local, pues quizás ofrezcan este servicio a un precio menor o incluso de forma gratuita.