Los amortiguadores traseros han dejado de soportar los golpes duros como lo hacían antes y tu cerebros se pone nervioso cada vez que viajas. Entonces es el momento de reemplazos. Puedes visitar al mecánico local y pagar una factura exorbitante, o puedes ir a la ruta del hazlo tu mismo.

Estaciona tu auto nivelado en área iluminada y sostenlo con los soportes del gato. Colócalos debajo del marco y no en la suspensión, porque trabajaras ellas sin tener que mover las tomas más tarde. Encuentra un lugar para tu luz baja o luz serpiente.

Afloja y retira la tuerca superior y el perno. Empapa completamente la tuerca inferior con una lata llena de aceite o lubricante penetrante. Si no tienes que abrir una segunda lata, probablemente no utilizaste suficiente. Trabajo en la tuerca hasta que se desprenda con una llave de 12 pulgadas (30,48 cm). Si se aplica más presión que eso, es probable que tengas que sustituir la placa. Mantén las tuercas y los pernos.

Comprime el amortiguador y que se mueva fuera del perno inferior.

Desliza el nuevo amortiguador en su lugar y aprieta la tuerca inferior. Déjala reposar durante un corto tiempo. Luego continua apretando hasta que la arandela de goma empuje hacia fuera el borde de la arandela.

Mete la parte superior del amortiguador en su lugar y atornilla el perno superior a través de los agujeros de la misma manera que lo retiraste. Aprieta la tuerca y el tornillo en el mismo punto que estaba cuando los quitaste.

Baja el coche al suelo y disfruta de lo bueno que es sentir los amortiguadores nuevos mientras conduces.

Consejos

Examina el amortiguador y su configuración antes de empezar a trabajar en él, ya que probablemente harás la mayor parte del trabajo por el tacto.

Advertencias

Si los amortiguadores están integrados, debes sustituir el puntal de todos, que es mucho más tiempo y es mas difícil. Considera la posibilidad de una atención profesional en este caso.