La Xbox 360 posee tres luces rojas alrededor de su botón de encendido, las cuales encienden cuando existe un problema de sistema. A menudo se hace referencia a ellas como el anillo rojo de la muerte y verlas puede asustar enormemente a un jugador. Aunque nunca deberías abrir tu Xbox 360 mientras está bajo garantía, ya que esto la anulará, existen algunos pasos que puedes realizar para reparar las tres luces de la consola cuando parpadean en rojo y te advierten que es posible que ya no puedas volver a jugar. Las tres luces rojas indican que existe un problema con tu hardware o sistema.

Revisa la luz de tu fuente de alimentación para ver si es de color verde. Si lo es, sabrás que parte del sistema está funcionando. Si no lo es, entonces existe un problema con tu fuente de alimentación.

Apaga tu Xbox. Desconecta todos los cables de energía de cada conector y ranura. Vuelve a conectarlos, pero asegúrate de que cada conexión se encuentre firmemente en su lugar. Vuelve a encender el sistema. Si las luces rojas siguen parpadeando, aún tienes un problema.

Vuelve a desconectar el sistema y déjalo reposar durante 24 horas para que se enfríe. Cuando lo vuelvas a conectar, asegúrate de que la parte inferior de la consola esté sobre una superficie dura y fría. No debes colocar tu Xbox 360 sobre una alfombra, ya que se puede sobrecalentar y provocar una falla de sistema. Vuelve a encender el sistema para ver si las luces rojas aún aparecen.

Llama al soporte de Xbox al 800-4MY-XBOX para obtener ayuda con tu sistema. Si las tres luces rojas continúan parpadeando, entonces tendrás que devolver tu consola para recibir ayuda profesional. Si estás bajo garantía, la reparación debe ser gratuita.