El sensor de oxígeno de tu automóvil es un componente vital del sistema de escape. Con el tiempo, el aceite, el combustible y el refrigerante pueden acumular hollín y otros contaminantes dentro del sensor, esto reducirá su desempeño y eventualmente producirá una combustión ineficiente de la gasolina en el motor. Si el sensor de oxígeno está oxidado, simplemente debes cambiarlo por uno nuevo. Sin embargo, si quieres ahorrarte un poco de dinero, puedes limpiarlo para mejorar su rendimiento.

Retira el sensor de oxígeno del motor. Para saber cómo hacerlo, consulta la sección de recursos.

Revisa el sensor de oxígeno. Si encuentras algo dañado, quiere decir que la limpieza del mismo no ayudará a restaurar su función. Tíralo y compra uno nuevo. Si luce normal, continúa con el siguiente paso.

Llena el recipiente con gasolina y coloca el sensor de oxígeno en su interior. Solamente necesitas el combustible necesario para sumergir por completo el filtro.

Cierra el recipiente. A continuación, muévelo suavemente para que la gasolina se agite en su interior. Esto permitirá que el líquido enjuague bien al sensor.

Deja reposar el sensor en la gasolina durante toda la noche. Por la mañana, mueve el recipiente nuevamente para agitar el combustible.

Saca el sensor de oxígeno y sécalo con una toalla de papel. Utiliza guantes de goma para evitar que la gasolina se impregne en tus manos. Vuelve a instalar el sensor en el motor.